Experiencia en Weifang China 2015 por Edwin Cortes

Experiencia en Weifang China 2015 por Edwin Cortes
De niño solía volar cometas. Entre carretes de hilo, papel de seda y palitos de bambú solía
armar estrellas, rombos y hexágonos para luego desplegarlos al viento en un parque cercano a mi casa.

Aun hoy de adulto, esos tiempos dorados siguen tan presentes como si fuera ayer.
 
Han pasado más de 2500 años y la popularidad de este invento ha alcanzado vuelo al paso
lento de la brisa del tiempo. Cuenta la leyenda China que todo comenzó por un
sombrero de bambú de un campesino que fue llevado por el viento. Y cuán lejos
abra volado que esta leyenda ha dispersado al mundo creencias que asocian a las
cometas y al cielo como una señal de abundancia, prosperidad y alegría que hoy
día se manifiestan atreves de los distintos festivales que se celebran dentro y
fuera de China.
 
Como cometeros respetamos la tradición en el vuelo de las cometas; y perseguimos el
deseo de construirlas cada vez más grandes y majestuosas. Es esta pasión la que
hace un par de semanas nos llevo al festival Internacional de cometas de
Weifang. Un evento que se llevo a cabo del 20 al 25 de Abril en Weifang, al
este de la provincia de Shandong, China. Esta ciudad conocida como la capital
de las cometas reunió a más de 10.000 personas elevando sus cometas al cielo
como parte de su ceremonia inaugural.
 
Siendo esta nuestra primera vez en unirnos a este evento fue un honor haber representado a
nuestra patria Colombia y posicionarla en el podio entre cerca de 120 equipos
participantes. El club Cometar con una espectacular demostración de diseño y
destreza obtuvo el tercer lugar en cometa innovación. Oscar Muñoz, su director;
es un ejemplo de que "quien no sueña no gana, pero solo quien vuela con
los pies en la tierra consigue llegar a lo más alto". El ha hecho de sus
cometas un sueño y las ha convertido en el ancla al mundo que sueña.
 
El cielo asiático se vistió de mil colores y el ambiente fue espectacular. Cometas por
los alrededores que jugaron y bailaron con el viento, cometeros que se hicieron
amigos y asistentes que gozaron de nuestros divertidos juguetes que atados a un
carrete de hilo nos brindaron un vuelo fiel. Risas, alegría, creatividad,
intercambio cultural y unas cervezas; nadie quiso perderse de una fiesta que
unió a Francia, Alemania, Bélgica, Corea, Macao, India y Colombia en una gran
pasión... Cometas!!! Todos compartiendo la realidad de un festival sin igual.
 
Sea hobbie o un arte que se hace profesión, hoy quiero hacer un sencillo homenaje a las
cometas y sus dueños; porque los sueños de un cometero están llenos de tanta
entereza que alzan vuelo en un dos por tres al igual que nuestras cometas.
 
Somos emprendedores de la vida que se dejan tentar por el viento y soñadores a los
que cuando les sueltan el hilo nos convertimos en cometas de la vida. Gracias
por rodear el mundo de magia.
Salud y nos vemos en el próximo festival!
Edwin “Club Zephyro”